Saiz Manrique junto a su hijo Beltrán quiso dejarnos esta cabeza gallo de facciones serias y elegantes, de colores vivos y llamativos, que muestra la esencia ganadera y avícola de nuestra localidad. La pintura nos da la bienvenida si llegamos al pueblo desde Burgos, siendo lo primero que vemos al acceder a ésta.
El mural está plasmado en la pared de una de las tantas granjas de pollos que tenemos en Villangómez, que nos hacen ser el pueblo que más aves de este tipo cría en Castilla y León. El autor nos comentaba que le parecía raro que no tuviéramos ningún “pollo” reflejado en nuestras paredes, por lo que creyó apropiado realizarlo.