Este mural es básicamente un retrato del lugar. Representado por el rostro de una niña que encuentra la inspiración y la tranquilidad que necesita entre los campos de girasol y las notas musicales que sobrevuelan la iglesia en los días de festival. Goyo recoge los elementos que identificativos esta tierra, dejando un mensaje positivo donde los girasoles nos animan a buscar siempre la luz. Un mural de un gran colorido, que no nos deja indiferentes y de una magnífica belleza, que parece estar pintado por las dos personas situadas a la izquierda de la composición, con sendos sprays en sus manos.
Mural dedicado al escritor burgalés Óscar Esquivias.